Todavía sentía la sangre fría que se ubicaba en mi vientre, me quedaba poco tiempo, eso lo sabía, poco a poco una ráfaga de luz entro por la ventana, Un hombre guapo, con tez blanca, pelo color bronce, y vestido elegantemente, entro por la puerta corriendo, algo preocupado se agacho para poder verme y pregunto:
Tu nombre es Coraline Wilson ¿verdad?
Si ¿Quién eres? - conteste con voz apagada y haciendo un esfuerzo por que mi voz saliera
Eso no es lo importante, solo debes saber que te conozco desde hace mucho- contesto con voz dulce, mientras me miraba fijamente
¿Ha que has venido?- pregunte mirándolo a los ojos, negros como la noche
A salvarte- me dijo, mientras su rostro tomo una forma diferente, y prosiguió a morderme el cuello
En ese momento rememore mi vida, una vida que pasaba ante mis ojos, como rápidas ráfagas. Mi nombre es Coraline Wilson, era hija única nací hace 21 años, era blanca aunque muy propensa al sol, que cambiaba mi tono de piel en pocas horas, mi pelo era rubio, mis caderas anchas, alta y muy bonita según me decían, todo esto lo herede de mi madre Catherine Robinson, una mujer hermosa por lo que recordaba, ya que a los 9 años me abandono para seguir sus sueños y me dejo con mi padre Dave Wilson, un mercader, su vida era su negocio, y en cierta forma lo comprendía ya que se tenia que dedicar a algo y no dejarse hundir por el recuedo de mi madre, se puede decir que me crié sola, me peinaba, comía y me cuidaba yo misma, la soledad era algo difícil pero me termine acostumbrado, mi única compañía eran mis amigos de la segundaria, así pasaron los años en una monotonía, a pesar de todo el abandono de esos años aprendí a ser feliz, con lo poco que tenia en materia de cariño, por que en material, mi padre me complacía en todo, me llevaba muñecas, dulces, ropa, entre muchas otras cosas, y yo lo quería a el y a mi madre, a pesar de haberse ido.
Poco a poco pasaron los años, cuando cumplí 14, recibí una dolorosa noticia que sacudió mi vida, el cuerpo de mi madre había sido encontrado en un hotel, estaba muerta y no se sabia bien porque, tuve que viajar a New York, para su funeral, fue duro y doloroso, pero me sirvió para madurar, aprender mas de mi, y volver a ver a mi madre, aunque fuera en una tumba aun así doloroso, me volví rebelde, queria conocer mas el mundo, explorarlo y cumplir mis sueños, como cualquier chica de esa edad.
Luego de mi graduación, a los 17 años, decidí arriesgarme e irme, abandonarlo todo y por fin conocer cosas nuevas, hice dos simples maletas, no podía creer que todo lo que había vivido durante esa infancia cabiera solo en dos maletas.
Me senté en la cómoda, llore por una hora, luego decidí deshacer mis maletas, no tenía el valor de irme, tal vez nunca lo tendría, al llegar mi padre me vio entristecida, se acerco y me miro con una cara pensativa y me pregunto extrañado:
¿Que te pasa?
No me pasa nada- dije con tono fuerte mientras me secaba las lagrimas
¿Y por que lloras?- siguió mi papa preguntando
Por que…
Salí corriendo hacia mi cuarto, respirando hondo como si se me fuera la vida en ello, llore hasta que mis ojos se hincharon, hasta que no quedara lagrimas en mi cuerpo, y luego salí debilitada, encontré a mi papa sentado en un rincón esperándome, tenia un a cara de frustración, como si en estos momentos estuviera echando mas que nunca de menos a mi madre, para que resolviera este tipo de situaciones, imposibles para un hombre, lo oí suspirar al verme y me pregunto con una voz ronca:
¿Que te pasa? Ahora si me lo vas a decir….
¡Si!- le conteste recuperándome y sentándome al lado de el
Me quiero ir conocer nuevos horizontes, hacer cosas nuevas, necesito hacerlo- agregué rápidamente
Sabia que algún día tendría esta conversación contigo, heredaste eso de tu madre, eres tenaz, impaciente y muy aventurera, un día tendrías que irte, y explorar el mundo, solo que tu crecimiento me pego muy desprevenido.
Papa… - dije tocándole el hombro a mi padre
No te preocupes, déjame hablar, dejare que te vayas, que conozcas mas, que vivas tu vida solo quiero que no olvides que te amo, y nunca voy a dejar de hacerlo, por que eres mi hija, y siempre te tendré presente- dijo mi papa con voz melancólica
¡Yo también! - Dije besándole la mejilla y abrazándolo fuertemente
Y no olvides escribirme, nunca…
No lo olvidare…
No sabia si mi padre se arreglaría solo, eso me daba mucho miedo. Aun así el me prometió que si podría, luego de un día de aquella conversación me traslade para New Haven, Connecticut, con solo tres maletas, llegue a una residencia para estudiantes que me pago mi papa, era bastante bonita y sencilla, luego de acomodarme, salí a tomar un poco de aire a las áreas recreativas, encontré a unos jóvenes en la piscina y a otros jugando cartas en una mesa, solo uno andaba tomando aire en la terraza era de una piel clara aunque no en exceso, pelo negro y alto me pare al lado de el, y pronto me pregunto:
Hola no te había visto por aquí ¿eres nueva?
Si, apenas llegue ayer
¿Cómo te llamas?
Coraline Wilson ¿y tú?
Daniel Newson
Pronto desperté, me sentí mas viva que nunca, mi pelo brillaba mucho, tenia unas marcas de mordedura en mi cuello, el hombre misterioso seguía observándome, ¿ Por que me sentía así?, ¿En que me había convertido?, no lo sabia, pero lo descubría, eso lo sabia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
wow..! cool! amigitoo! <3<3<3<3<3 xd
ResponderEliminar